septiembre 16, 2009

¿De qué otra cosa podríamos hablar? o aquí corre sangre o...

...el arte con sangre entra.
Ella dijo: Farsa en Venecia
Ella berrincheo: Farsa en Venecia
Emma opina:
La srita. Avelina se puso furiosa desde los jardines exquisitos de coyoacan ja ja. Vuestra austera habilidad critica; supongo consecuencia de la visión burguesa que va implícita en altos niveles, cuando alguien se denomina critico de arte; no suponen más valor critico que una charla escuchada por accidente en cualquier estación de metro entre comerciantes. Mirar un poco más de Teresa Margolles seria un ejercicio bien dirigido para todos. ¿Pero leer el resto de tus textos? ¡Pfff! Quien se va dar la tarea de leer textos tan sosos, con el expuesto para esta discusión es suficiente para bostezar ante el berrinche y no la critica prudente...sin personalismos.

agosto 31, 2009

Affirmatĭo I

Las decisiones de un individuo, cuando el elemento de su adicción es escaso principalmente son:

inconscientes, irrevocables y trascendentales. e!

junio 11, 2009

Influenzados

Mi querida e! Es difícil encontrar la armonía en estas tardes tan tediosas que un sistema estupido nos impone, el aire esta cargado de coraje y gritos ahogados. ¡Mirad con asombro que en tiempos de modernidad nuestro pensamiento y puño en alto vuelven a ser sometidos, que nuestra voz es callada por la ignorancia y la intransigencia! ¿Pretenden ahogarnos con nuestra propia respiración?
Miro con dolor y rabia como nuestra integridad nos ha sido arrebatada. La fuerza de nuestro conocimiento, los deseos de libertad y nuestro escaso amor al otro han sido sellados con una delgada tela, curiosamente: del color de la paz.
No hay calles regadas de sangre, pero hay soledad y silencio. Una inanición se escurre en nuestras paredes agrietadas, oxida los cerrojos de nuestros museos, teatros, cines, librerías, bares y escuelas, inunda nuestros hospitales, humedece nuestros parques, apesta nuestros restaurantes y pudre nuestra libertad. Este es nuestro inmediato. Esta es nuestra realidad cargada en las ojeras de insomnio y expectación.
¿Donde esta la revolución?
¡Donde estén nuestros héroes: que descansen en paz!
Su pueblo ha sido aislado y desinfectado de la lucidez. Se mantiene en la ignorancia y estupidez prevista.
Pero por ahora, vuelvo a guardar silencio.

No me sigas buscando.

Sincero y frágil, Gabriel.
Mayo 2009