diciembre 09, 2006

¡Inevitable!

Recordé tu rostro rociado de brisa, tu corazón agitado, tu yugular palpitante, tu espalda serpenteando entre mis brazos, tu mirada viajando a esferas quiméricas. Recordé los silencios desde mi paraíso reducido a una cama y tus brazos como brújulas. ¡Suficiente! ¡Qué inocente, que ilusa y que felíz era!

No hay comentarios.: