noviembre 19, 2008

Matutina

I
Entre tus piernas mariposas de colores Azules, mar Verdes, con algunas gotas de sereno Amarillos, soles Soles sepia, desierto, estepas. Tu vientre tierra, de tus axilas la brisa. En tus ojos yo.
II El contorno de mis manos
es la exacta medida
que requiere la dimensión de tus senos. Detenidos en el tiempo,
dúctiles al asalto matutino: hermosos reposan.
III
Dormías ajena a mi: observaba. Mis labios rozan tu parpado. En un instante… aun sin despertar surge el deseo: insoportable como el vapor de la tierra: nos sofoca nos embeleza, me estrujas te salivo despertamos…

octubre 26, 2008

Graciela Iturbide

Graciela Iturbide. Premio Hasselblad 2008
"Encuentros" Graciela Iturbide. México.
Graciela Iturbide. México.
"Pajaros" Graciela Iturbide. México

"Autoretrato con pez" Graciela Iturbide. Pachuca 2006

septiembre 04, 2008

Bacha Fest

“Tabaco Fest”

5 y 6 Septiembre 2008 / Comité Ejecutivo PSD-DF


Viernes 5 de septiembre

5:03 pm Película “Café y Cigarrillos”
6:34 pm Presentación de libro; Borrachos Fest (homenaje a Bukowsky)
7:27 pm Arte Acción: Serpiente.
8:04 pm Inauguración de obra plástica y visual colectiva
"Pureza del caos"
Emma Cobarrubias Cobos

Bandas Invitadas
8:33 pm La Banda Sin Nombre y Visor

Sábado 6 de septiembre

4:01 pm Rojo Córdova (Vídeos)
5:02 pm Ponencias: Laura García, Cuerpo y Libertad: Fumado espero la navaja automática de tu voz; Cinthya, Salud Pública y Poder: El análisis del poder como posibilidad de prácticas ético políticas en el pensamiento de Michel Foucalt a partir de la Historia de la Sexualidad.
Poesía (Arturo Aguirre)
6:06 pm Arte Acción: Allin L. Reyes
6:24 pm Arte Acción: Sandra León
6:42 pm Acciones: Palabracaidistas( Colectivo de Poetas)

Bandas Invitadas:
8:36 pm Gudy Chombers, UltraMan, Black Band, Ecos, La Maina,
La banda Sin Nombre y Señora Kong.
5 Sep
19:00 Inauguración.
Eugenia 1209 esq. Pitagoras
Valle

julio 23, 2008

Furia

Percusiones flotantes, pensamientos ambivalentes transitar nocturno, los nudillos tensos. Alargando los dedillos sutiles de locura, el picaporte gira: la puerta se abre y nos instalamos en color sepia. Reflexivamente te miras en el perenne tedio de la velada. Y los tacones y el aullar de la patrullas, la lluvia y el silbato del velador. El tobillo que resbala de la orilla azul, silla triplicada que se hincha en súplicas oníricas, el velador silba la llegada de la madrugada. Bocanada profunda. Evocas el hospital y su grisácea pulcritud, el crío que te mira impotente. Mujer guerrera, caprichosa y maternal. Vengo de una mujer soy una mujer estoy con una mujer he sentido ser todas, todas somos la misma. Mimetización energética. Deidades reclamando su vigencia. El talón húmedo de arena, sal de lágrimas y lágrimas vaciadas en la arena. El tobillo que resbala en la orilla espumosa azul y cresta. Llueve, aire en orgullo escalafón de la agorafobia infectada en mí el hostigamiento que humedece la madera en las grietas filtrándose la estación veraniega en el marco de la puerta-sala tus iniciales en latín Y esa fuerza la forma y tus ojos, veladas nocturnas, eternas en el mundo nebuloso. La luna protectora te alumbra el legado de las diosas. La curvatura de tus senos y el rozar de ellos en mis palmas, trazando la línea de la vida incompleta que ahora se regenera. Tú, en mí. Tú, separada de mí, incluso de ti. Y el aliento a bosques húmedos nocturnos. Y la luz derritiendo la niebla gris. Cómo te digo que Cómo librarme de la obviedad Cómo te libro de mis brazos Cómo me embriago de ti en una gota Cómo La sonrisa me estremece la entrepierna y regreso a mirar tu talón desnudo bañado de luz nocturna que resbala de la orilla azul y cae sutil sobre la duela. Agudas las horas, aletarga el instante. ¿Cómo tan largo? e!

julio 15, 2008

Puertas

ola de mar sal céfiro roca vocales y consonantes tatuadas en la memoria, nombres femeninos todos son; arena, avanzo; riscos, ¡no! no avanzo, solo camino; y de mis huellas ni rastro; ahora: las ideas enmohecidas, reiteraciones desquiciantes; aquí: el caos, el ego que escurre de la sien,
la culata que apunta sin temor; tú…
en la espalda: el peso de tu arena, en la garganta: el grito coagulado, ahogarme: siguiendo tus pasos, los puños crispados, el mar embravecido y tú
ahora: tirar las piedras, escurrir los bolsillos; aquí: el mar, enjuagarse, el mar, avistar, murmurar el silencio del mar, el mar, sólo el mar, Ab aetemo, por supuesto que no soy feliz bisagras ocres, desasir los párpados, manijas oxidadas de tristeza, cerrojos que no se resisten, conexiones apolilladas, llaves extraviadas en la demencia la madera rechina, la madera cruje, madera hinchada, atrancada, desprendida del espacio, la expulsa te expulsa me expulsa chirría al unísono de tus historias; intentar abrir abro todas todas las puertas…
mis sueños nebulosos resbalan por el óleo, ojos importunos a través de mirillas oxidadas; la mujer furia mira las manecillas, prende un pitillo e incinera los segundos; a su lado yo: borboteo tanto amor; desbordo el cenicero y sin embargo, la tristeza se filtra salada y filosa a la garganta; en ella, se encharca la poesía de esa noche, parecen todas las noches, todas las noches abiertas sube incontenible como la marea en el atardecer, lépera inunda las pupilas, nos empapa de banalidad y tristeza, la exhalo y otro poco la canto tanta agua y no fluyo, el cigarrillo petrificado reposa en mis labios arena por supuesto que no soy feliz afuera la lluvia no cesa, dentro la gotera tampoco; agua, agua de todas las ciudades, agua de todos los ríos, agua de todos los llantos; parecen todos los llantos todos los llantos desbordados; desembocan en el mar; agua en mí: purificando, agua en ti: fluyendo, agua, agua…
olas de mar sal céfiros rocas puntos de colores en las puntas de las olas, gaviotas, sonidos repetidos y espuma, arena, avanzo, picos, escarchas y nombres; ligera, avanzo, y de mis huellas y los nombres ni rastro, jalados hacia el mar, expulsados de la memoria tú...

abril 15, 2008

Fideos.

Miró fijamente el plato de fideos que acababan de servirle en la mesa, tomó el tenedor con determinación y en un movimiento rápido hundió su rostro en el plato. Los comensales que le acompañaban, se levantaron uno a uno de sus asientos. Nadie preguntó nada. Pisando los fideos destripados en el piso, se retiraron. Nadie pidió postre.

Foto cortesía de gato de la calle: http://www.flickr.com/photos/25565805@N02/

marzo 23, 2008

Parricidio

Mente: -¿Por qué me duele la cabeza...? Cuerpo: Esta mente no descansa. Y ya me estoy hartando. M: -¡He comido bien! ¡No me he drogado! C: No deja de hurgarse por lugares irritantes, que hieden a recuerdo. M: -Después de todo cambiare el alcohol por la yoga... C: Escapando de la mesura, masturbándose con soliloquios delirantes. M: -Debería buscarme una novia y la invitaría a comer helado y... C: Recreando imágenes inexistentes divierte su estancia, cada vez más decadente. M: -…O podría intentar regresar con Dará. C: Se olvida del cuerpo que la posee, egoísta olvida la interacción que por deber necesita hacer. M: -…O quizás recordar: “olvidar que Dará ya me olvido...” C: Piensa, piensa incoherencias, ya no crea, piensa nimiedades, hundiéndose en sus lodosas turbaciones hilarantes. M: -¿Por qué vuelvo a pensar esa estupidez? C: Olvida, ya no reflexiona. M: -Al diablo el yoga y el alcohol, prefiero el hachís. Mmm…quisiera dormir. Mejor morir. ¡Si! C: estoy en decadencia y no se percata. ¡Basta! E! que no es e!: Eviam aspira su última esperanza por la nariz…temblores…corre al sanitario.
El cuerpo se agita en desaforados espasmos y finalmente...la catarsis. Eviam escupe su última esperanza por la boca salpicando el lavabo de libertad.

marzo 07, 2008

Arashi

Loading... La cabeza rodó por el suelo pulcramente pulido, el sake se mezcló con la sangre y este con sus lágrimas. El olor penetraría en su memoria y se quedaría ahí para siempre. La misión estaba cumplida. Ahora Kiooko, sería la espía secreta más peligrosa y bella de Japón. Play - Conserve su ticket en caso de devolución; la librería agradece su compra. Gracias. - Tomó la pequeña bolsa amarilla y salio por la puerta principal. Veinte minutos más tarde, saboreaba un vodka-tonic mientras en el televisor del bar se anunciaba la muerte de un famoso y pervertido cardenal en los baños de reconocida librería al sur de la ciudad de México. -¡Que seguridad del asco! Mira que matar a ese imbecil masturbandose.- Dijo uno de los tipos que rellenaban la sala del bar, otro de ellos rió estrepitosamente, su mano hizo una seña de amor y paz o saludaba a alguien o tal vez solo quería dos bebidas más. No nos vamos a detener en su estupido comentario...aunque tal vez tuviera razón. En tiempos donde la incertidumbre reinaba y donde nadie notaba nada y si lo notaban daba igual, nadie hacia nada por el otro. Nadie había notado la sonrisa diluida de Amme mientras el monitor transmitía la noticia. Nadie había notado que en la librería los cables de electricidad estaban derretidos con cera de campeche y el sistema de monitores mantenía una partida de pac-man, justo cuando la energía se redujo a un veinte por ciento de su capacidad, generando que dos minutos y treinta segundos después, la planta de energía emergente se activara. Tiempo necesario para que, un par de chicos salieran por la puerta principal con un par de revistas, en la cafetería del segundo piso, otro par se pusiera dos bolas extras de helado sin pagarlas y una mujer vestida de negro hasta el alma, entrara al sanitario de hombres con una magnum automática, silenciador integrado y matara al hombre de un solo disparo en medio de sus ojos aceitunas. Dos minutos y treinta segundos, tiempo suficiente. Pausa Fastidiada dejo un billete sobre la barra y salio del bar. Enfilo sus pasos rumbo al barrio chino, pensó en otro trago, en otro bar, en otra ciudad, en otra gente. Daba igual. Todo era la misma porquería, todo estaba impregnado de miseria humana, todos era utilería para sus sentidos. Dio vuelta en la Mascota, una niña obstruía la entrada y en sus manitas yacían dos galletas de la suerte, que ofreció a Amme. ¡Para la suerte señorita! Algo se revolvió en su interior, tomo las galletas e indiferente a su emoción entro al restaurante chino. Una nueva cita la esperaba, lo que menos necesitaba era anunciarse.
Play otra vez
La moto llegaba directamente a la playa. Amme odiaba los lugares turísticos. El sol lastimo sus pupilas obligándola a parpadear, en ese parpadeo recordó el piso húmedo a orín de la cantina donde había permanecido escondida por más de ocho horas, la sonrisa preocupada de la niña y el texto ensangrentado: “Disimula y piensa, disimula” se volvieron por novecientos sesenta minutos todo su mundo… Amme tragaba con indiferencia el salmón, sus sentidos se agudizaban convirtiendo el movimiento de su boca en algo mecánico, el resto del bocado lo paso con vino y recorrió la playa fuera del Mayan Palace; era un lugar respetable para estirar las piernas y enjuagarse la sangre seca de la memoria. Las misiones que llevaba a cabo, cada vez le causaban más hastío, pero este trabajo era más divertido que cualquier otro, disfrutaba matando. Se mataba un poco cuando lo hacia. Sentía. Alguna vez pensó en ser escritora, pero en ese y en este tiempo también, había muchos escritores y pocos libros que leer. El frió del metal entre sus dedos la excitaba. Había estado inactiva envuelta en sus miserias, esta misión seria la ultima. En la sala privada del hotel se llevaba a cabo una importante convención; se firmaban alianzas de paz que decidirían el futuro de sus países; después, se haría un pequeño refrigerio en cierta parte de la playa. Un par de horas después estaría instalada nuevamente en Japón escribiendo kanjis sin sentido. ¿Que la podría detener? No existía en este país alguien tan perfectamente pulcro en el arte de matar que ella: Amme. La seguridad esta vez tendría sus aciertos. Track averiado -El tiempo no cura las heridas, pero espero que aún no sea demasiado tarde para pedirte una disculpa.- La voz infecto los oídos de Amme y los recuerdos nublaron su memoria, por un momento la brisa quebró su cuerpo y las partículas la trasladaron a la sala de su casa en Okinawa, Japón. Una nota salpicada de sangre y el cuerpo degollado de su pequeña hermana era la imagen que definiría su vida a partir de entonces: ”La sangre de los débiles sacia la sed de los fuertes, mi corazón ha muerto en este lugar...Kiooko.” – ¡Cuando tenga tu corazón en mi mano, lo pensare, pues la sola idea me excita!- Una leve sonrisa dibujo el rostro de Kiooko ante la respuesta. – Si fuera tan vano, yo misma me lo sacaría y te lo daría en ese momento no compendia lo que significaba el dolor de la perdida de un ser amado. Cierto mate a tu hermana. Pero era la prueba de dolor, la prueba final del entrenamiento. Y tu, no la pudiste cumplir. - Amme sintió La sangre inyectando sus ojos y el gélido vaho de la muerte recorrió su nuca, tiro el arma enfrente de kiooko y se sumergió en sus ojos, comprendió que por este momento su vida tenia sentido, había vivido esperando morir en los brazos de la única persona que odiaba tanto como amaba y supo que el lazo de su amistad era tan intenso que la muerte únicamente lograría sellarlo por la eternidad. Kiooko le devolvió el favor desenfundado su Kodachi y colocadola sutilmente a sus pies. Un silencio sepulcral inundo la playa, esa noche la luna se tiño de rojo y entristeció por la muerte de su hijas.

febrero 20, 2008

Insomne

Un: ¡Te­ngo sueño! Maúlla mi gata. Frota su lengüita en mi cuello y luego de puntitas se va a acurrucar en mis piernas y apenada cierra los ojos.
Esto se ha repetido durante ¿Tres? ¿Cuatro? Perdí la cuenta de los dias…
“El insomnio, esa fiel compañera que sienta todas mis noches al pie de mi cama”.
Poético lema que repite mi mente como un mantra maldito.
Esta luna siempre afecta una parte de mí que no puedo controlar.

Suspiro y el sonido intimida el silencio nocturno.

febrero 13, 2008

Pavimento y primavera

Uno hace poemas que después se quedan atorados en la coladera de la memoria. Alguna vez hice un poema del 14 de febrero, que no es este. Un poema sonrojado para entretener la espera del mero empalagoso. Pavimento y primavera. Calles de la ciudad de México. Me absorben la cordura, ahí voy, voy: dejando pisadas de fuego. Quizás así se calcine tu recuerdo. Calles de esta o cualquier otra ciudad.
Ahí voy, voy: transitando despistada, buscando sin saber que. Observando las ratas nerviosas y su danza nocturna. Quizás en esa cantina me encuentre o de suerte tan solo me beba un tonic. Quizás en aquella esquina me encuentre o quizás no estuvimos. Tal vez sea en vano. Tal vez pase a ser un recuerdo que escupiste en algún resquicio de esta ciudad. Veo una puta que me lanza una mirada de fastidio... Sigo mi camino nublado. Más adelante, me encontraré al borracho de la esquina de Madero y antes de que pueda prender el último cigarrillo, la señora con el delantal manchado de primavera me ofrecerá flores podridas de amor. Inhalo el humillo, les sonrió a todos y me alejo de su espacio.
Abordo el último vagón del metro. Nos traga furioso el túnel, descanso la mirada en algún punto imaginario y ya no pienso en ti. Nos escupe en Tlalpan, me dejo envolver por las luces de los hoteles y las señales de transito. Te mando un beso por la avenida mas grande que he cruzado, espero no se lo trague la noche. Chilla, puta. Emmiux!
Foto cortesía de Luis Alberto Meza