ola de mar sal céfiro roca
vocales y consonantes tatuadas en la memoria,
nombres femeninos todos son;
arena,
avanzo;
riscos,
¡no! no avanzo,
solo camino;
y de mis huellas ni rastro;
ahora: las ideas enmohecidas,
reiteraciones desquiciantes;
aquí: el caos, el ego que escurre de la sien,
la culata que apunta sin temor; tú…
en la espalda:
el peso de tu arena,
en la garganta:
el grito coagulado,
ahogarme:
siguiendo tus pasos,
los puños crispados,
el mar embravecido
y tú
ahora: tirar las piedras,
escurrir los bolsillos;
aquí: el mar,
enjuagarse,
el mar,
avistar,
murmurar el silencio del mar,
el mar,
sólo el mar,
Ab aetemo,
por supuesto que no soy feliz
bisagras ocres,
desasir los párpados,
manijas oxidadas de tristeza,
cerrojos que no se resisten,
conexiones apolilladas,
llaves extraviadas en la demencia
la madera rechina,
la madera cruje,
madera hinchada,
atrancada,
desprendida del espacio,
la expulsa
te expulsa
me expulsa
chirría al unísono de tus historias;
intentar abrir
abro todas
todas las puertas…
mis sueños nebulosos resbalan por el óleo,
ojos importunos a través de mirillas oxidadas;
la mujer furia mira las manecillas,
prende un pitillo e incinera los segundos;
a su lado yo:
borboteo tanto amor;
desbordo el cenicero y sin embargo,
la tristeza se filtra salada
y filosa a la garganta;
en ella, se encharca la poesía
de esa noche,
parecen todas las noches,
todas las noches abiertas
sube incontenible como la marea en el atardecer,
lépera inunda las pupilas,
nos empapa de banalidad y tristeza,
la exhalo y otro poco la canto
tanta agua y no fluyo,
el cigarrillo petrificado
reposa en mis labios arena
por supuesto que no soy feliz
afuera la lluvia no cesa,
dentro la gotera tampoco;
agua,
agua de todas las ciudades,
agua de todos los ríos,
agua de todos los llantos;
parecen todos los llantos
todos los llantos desbordados;
desembocan en el mar;
agua en mí:
purificando,
agua en ti:
fluyendo,
agua,
agua…
olas de mar sal céfiros rocas
puntos de colores en las puntas de las olas,
gaviotas, sonidos repetidos y espuma,
arena,
avanzo,
picos,
escarchas y nombres;
ligera,
avanzo,
y de mis huellas y los nombres ni rastro,
jalados hacia el mar,
expulsados de la memoria
tú...